Canaloplastia

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La CANALOPLASTIA es el último refinamiento técnico de las cirugías filtrantes no perforantes. Supone un paso más allá de los conceptos que han guiado hasta la fecha la lógica de la cirugía antiglaucomatosa.

Si hasta ahora el objetivo había sido establecer una ruta de drenaje alternativa cuando la vía fisiológica dejaba de funcionar, LA CANALOPLASTIA RESTITUYE AL COMPLETO LA VÍA DE DRENAJE FISIOLÓGICA.

Para aquellos compañeros interesados en esta técnica, les remitimos al siguiente enlace.

Canaloplastia Adendum

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Una variante que se ha popularizado entre los cirujanos de canaloplastia es la de introducir una doble hebra de prolene, con el fin de asegurar una tensión más efectiva en el canal. En nuestra experiencia, hemos comprobado que tiene el riesgo de producir astigmatismos importantes si al anudar la segunda hebra se añade tensión a la primera. La segunda hebra debe simplemente dejarse ajustada sobre la primera, que es en la que aplicamos la tensión deseada. En los trabajos de Lewis se hace referencia a un mayor efecto hipotensor cuanto mayor sea la tensión aplicada a la sutura. Sin embargo no se dice nada en cuanto a la inducción de astigmatismo. Es un tema con el que he comprobado que hay que tener cuidado, ya que la combinación de una tensión elevada en la sutura de prolene, con una PIO baja, induce astigmatismos altos, en una encrucijada difícil de solucionar. Por otro lado, complica innecesariamente una cirugía, que de por sí ya lo es. Por esa razón, hemos desistido de este proceder, y colocamos sólo una hebra de prolene, que cumple perfectamente su cometido.

En el siguiente vídeo tratamos de explicar la técnica, prestando atención a los detalles anatómicos más interesantes para esta cirugía.

► Cirugía avanzada del glaucoma: Canaloplastia y referencias anatómicas

En algún momento nos hemos encontrado en la tesitura de tener que realizar una canaloplastia en un paciente en el que se había programado, y no disponer en ese momento de ningún dispositivo. Como se ve, es posible canalizar el Schlemm con un fragmento de sutura, tal y como ya se venía haciendo desde principios de los 60 por Smith y Cols para tratar el glaucoma congénito realizando una trabeculotomía ab externo con hilo de nylon. Hemos probado varias suturas, y al final, la que más se parece en grosor es la de prolene de 5/0, que nos permite usar la misma pinza de sujeción, proporcionando un buen agarre de la sutura al introducirla, y evitando deformaciones.

Y, por fin, pudimos trabajar con el catéter iTrack, la genuina técnica de viscocanaloplastia de iScience Interventional, que nos sorprendió muy gratamente, por su dócil manejo, y, obviamente, por la posibilidad de introducir fluidos en el canal, pudiendo efectuar técnicas pronósticas como la canalografía fluoresceínica de Matthias Grieshaber.

► Canaloplastia iTrack

No siempre es posible realizar la canalización completa del Schlemm. Se hace necesario disponer de una herramienta que permita realizar una selección de casos, por razones obvias, no solamente quirúrgicas, sino también económicas. El Dr Matthías Grieshaber describió un protocolo de evaluación pronóstica que se basa en dos maniobras, la gonioscopia de provocación y la canalografía fluoresceínica. La primera estudia gonioscópicamente el patrón de reflujo sanguíneo, tras disminuir la PIO por debajo de la presión venosa epiescleral, permitiendo descartar los casos menos favorables. La segunda, la canalografía fluoresceínica, es una maniobra intraoperatoria, que, mediante la inyección de un contraste, permite estudiar el sistema de colectores, venas acuosas y plexo intraescleral de los cuadrantes inferiores, donde anatómicamente se sitúa el 80% de los mismos. No nos permite ahorrarnos el catéter, pero nos da una valiosa información acerca de los resultados que va a obtener la cirugía. Lo interesante de todo esto es que en el estudio que publicó, relacionó los resultados que obtuvo con el nivel de PIO preoperatoria, desaconsejando la canaloplastia para aquellos ojos que durante un periodo prolongado han experimentado PIO excesivamente altas (por encima de 45 mmHg), por el riesgo elevado de colapso irreversible del canal de Schlemm por efecto de la presión, ya que en estos casos es más probable encontrar obstáculos insalvables. Recomendamos encarecidamente la lectura de ese trabajo, a todas aquellas personas interesadas en este tipo de cirugía, ya que aporta unos conocimientos indispensables y tremendamente útiles. La referencia es: Grieshaber M, Pienaar A, Olivier J, Stegmann R. Clinical Evaluation of the Aqueous Outflow System in Primary Open-Angle Glaucoma for Canaloplasty. Investigative Ophthalmology & Visual Science, March 2010, Vol. 51, No. 3. 1498-1504.

Hemos intentado reproducir la maniobra de canalografía fluoresceínica, una vez introducido el catéter y recorrido un tercio de la circunferencia, para estudiar los colectores inferiores. Se aprecia un cambio de color epiescleral, sobre todo en el cuadrante nasal inferior. Mostramos cómo realizar el procedimiento:

No siempre es posible completar los pasos de una Canaloplastia. Sin embargo, sus ventajas son claras para el cirujano de EPNP, y, desde luego, para el paciente. La aproximación más juiciosa es incorporarla como un refinamiento, como una meta suprema dentro de un abanico de posibilidades quirúrgicas que mantengan una misma línea de procedimiento, un protocolo lógico, de manera que sea posible cambiar a una técnica reglada y habitual en nuestro repertorio quirúrgico, evitando en lo posible la improvisación, si alguna de las maniobras de la canaloplastia no puede realizarse.

► Canaloplastia Glaucolight reconvertida a EPNP Vclip

Canaloplastia: Claves para evitar el astigmatismo inducido.

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