Fuente: Intramed. Original: Nawaaz et al J Glaucoma 2015;24:135-137
El temor por parte de pacientes masculinos a padecer disfunción eréctil como efecto secundario de los fármacos betabloqueantes tópicos es infundado, según el estudio publicado en Journal of Glaucoma por Nawaaz y cols, que, si bien encontró una asociación estadísticamente significativa entre glaucoma y disfunción eréctil, la aparición de ésta última no puede ser atribuida al uso de fármacos betabloqueantes tópicos. La concurrencia de factores de riesgo comunes a las dos enfermedades explica mejor dicha asociación, y la creencia extendida de que los betabloqueantes producen este tipo de efecto secundario, hace que el paciente que los esté usando «espere» la disfunción eréctil, y si ésta se presenta, sea fácil atribuirla a dichos fármacos.
Sin embargo, la Asociación Americana del Corazón, ha declarado recientemente, tras el análisis de seis ensayos clínicos con casi 15000 pacientes tratados con betabloqueantes sistémicos, que el aumento de la incidencia de disfunción sexual e impotencia era mínimo (aún tratándose de una vía de administración más directa, y con dosis mayores), y que los beneficios eran muy superiores al riesgo de dicho efecto secundario. Por lo tanto, la citada Asociación, recomienda continuar con el uso de betabloqueantes para tratar afecciones relacionadas con el aparato cardiovascular.
Tras la instilación de un colirio, la mayor parte del volumen de la gota rebosa, ya que la capacidad de la película lagrimal de albergar un aporte extra de líquido es muy limitada. Sólo una pequeña parte es capaz de permanecer en el film lagrimal, y tras unos minutos, una mínima porción penetra en el ojo. El sobrante, se evacúa a través de la vía lagrimal, que la lleva al meato inferior de las fosas nasales, donde prácticamente en su totalidad es absorbida por la mucosa nasal, ya que este tejido posee una extraordinaria capacidad de absorción, que hace que los restos de colirio que llegan a las fosas nasales, ingresen en el torrente sanguíneo. En pacientes con patología cardiorrespiratoria previa o latente, esta mínima cantidad de fármacos (pero hay que tener en cuenta que se repite dos veces diarias), sí puede ser causa desencadenante de un desequilibrio grave, por eso los betabloqueantes suelen ser retirados en este tipo de pacientes. Pero en el caso de la disfunción eréctil, aunque es un efecto colateral descrito, la evidencia no es tan patente. El estudio del Dr Nawaaz da una respuesta más coherente a este interrogante, si bien son necesarios más estudios para desentrañar la naturaleza de esta asociación.
Concluye el autor, por tanto, que no hay evidencias científicas claras de asociación entre el uso de betabloqueantes tópicos en el tratamiento del glaucoma y disfunción eréctil, y que, por tanto, la retirada de estos fármacos en pacientes con glaucoma y disfunción eréctil no estaría justificada, aunque el uso de alternativas siempre puede ser contemplado si las circunstancias clínicas lo permiten, de mutuo acuerdo entre médico y paciente.
http://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=87251&uid=785188&fuente=inews
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