El desarrollo de las nuevas tecnologías y de los recursos informáticos está revolucionando los sistemas diagnósticos en Medicina, y el Glaucoma no iba a quedarse atrás en este campo. Una enfermedad en la que es crucial el diagnóstico precoz (y por precoz, entiéndase “a tiempo”), necesita herramientas eficaces que permitan tomar decisiones con una mínima base científica. La decisión de etiquetar a un paciente como glaucomatoso es un acto que determina cambios trascendentales en la vida de los pacientes


Las diferentes zonas geográficas aportan características propias
Diagnosticar un glaucoma cuando la enfermedad está lo suficientemente avanzada como para que sea evidente utilizando exploraciones sencillas, es como un puzzle con pocas piezas. Sin embargo, la detección precoz o la resolución de una duda diagnostica supone un reto mucho más complicado, donde las piezas del puzzle pueden multiplicarse significativamente. Aquí es donde estas herramientas suponen una ayuda. No es que sustituyan las exploraciones instrumentales básicas ni la pericia de un observador avezado, pero no cabe duda de que suponen una ayuda extra.

Defecto congruente de la capa de fibras nerviosas



La digitalización de las imágenes permite un grado de manipulación que permite poner de manifiesto defectos que, en épocas en las que la fotografía no era digital, sino analógica, suponía un arduo trabajo de un técnico especializado. Hoy día todo éso está a nuestro alcance con un sencillo click de ratón.
